El Papa León XIV celebra la misa en la parroquia salesiana de Villanova en Castel Gandolfo

15 julio 2025

ANS – Castel Gandolfo)

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El domingo 13 de julio de 2025, la parroquia salesiana de San Tomás de Villanova, en Castel Gandolfo, vivió un momento histórico con la celebración de la Santa Misa presidida por el Papa León XIV.

Tras trece años desde la última visita de un Pontífice, el día llenó de alegría y emoción a toda la comunidad parroquial, confiada al cuidado pastoral de los Salesianos de Don Bosco.

En la celebración participaron el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el obispo de Albano Vincenzo Viva, el Rector Mayor, Fabio Attard, su Vicario, Stefano Martoglio, el párroco, Tadeusz Rozmus, los salesianos comprometidos en la misión, los jóvenes del Oratorio Salesiano, los fieles de la comunidad y numerosas autoridades civiles y religiosas.

La presencia del Santo Padre en esta “pequeña parroquia pontificia,” diseñada por Gian Lorenzo Bernini y un tesoro de historia espiritual y artística, fue un momento de gracia. La visita representó una invitación a redescubrir el valor de la comunión y a fortalecer la solidaridad en los corazones de todos los presentes.

Una invitación a la «Revolución del Amor»

Durante su homilía, el Papa León ofreció una profunda meditación sobre la parábola del Buen Samaritano, subrayando la importancia de una “mirada” que nace del corazón. Explicó cómo existen diferentes formas de mirar: una “distraída y apresurada,” otra que “finge no ver,” y finalmente invitó a todos a elegir la “mirada del corazón,” capaz de empatía y compasión. “La primera mirada es la que Dios ha tenido hacia nosotros,” afirmó el Santo Padre, recordando la figura del Buen Samaritano como una imagen de Jesucristo, quien vino a sanar las heridas de la humanidad con el aceite de Su amor y Su misericordia.

El Pontífice hizo una llamada a una “revolución del amor” en un mundo a menudo marcado por la indiferencia y el individualismo. Invitó a cuidar de quienes sufren, sin distinciones de nacionalidad, religión o afiliación. “Sanados y amados por Cristo, también nosotros nos convertimos en un signo de Su amor y Su compasión en el mundo,” concluyó.

Los gestos del Santo Padre y la alegría salesiana

Al concluir la celebración, el Papa León entregó al párroco, Tadeusz Rozmus, una patena y un cáliz, símbolos de comunión y fraternidad. “Estos instrumentos litúrgicos son una invitación a vivir en comunión y a promover la fraternidad que encontramos en Jesucristo,” explicó el Pontífice.

Un momento de particular alegría fue el homenaje de los jóvenes del Oratorio Salesiano, quienes regalaron al Papa un balón de baloncesto, bromeando sobre un posible partido con él, como signos de afecto y gratitud.

Las reflexiones del Rector Mayor

Después de la celebración, el Rector Mayor, Fabio Attard, hablando a sus hermanos de la Sede Central, compartió sus reflexiones sobre el día. Subrayó que su presencia, junto con la de su Vicario, Stefano Martoglio, representaba la cercanía de la Congregación Salesiana al Papa y a la Iglesia.

El Rector Mayor recordó que, durante el canto del Salve Regina, mientras contemplaba la estatua de María Auxiliadora, notó un detalle significativo: el Niño Jesús en la estatua llevaba en su pecho la imagen de la Eucaristía. Interpretó esto como un signo poderoso que recuerda los pilares de la espiritualidad salesiana: la devoción al Papa, a María Auxiliadora y a la Eucaristía.

En su conversación con el Papa León, el Rector Mayor aseguró al Santo Padre la fidelidad, las oraciones y el apoyo de la Congregación Salesiana, como Don Bosco mismo habría deseado.

Finalmente, el Rector Mayor, Fabio Attard, compartió un pensamiento que tuvo mientras observaba al Santo Padre durante la celebración de la Misa: “Al mirar al Papa, percibí el peso de la Iglesia universal y del mundo que el Papa León lleva como sucesor de San Pedro. Es una invitación para nosotros, los Salesianos, a renovar nuestra fidelidad al Papa y a la Iglesia.”

Concluyendo su reflexión, el Rector Mayor recordó el mensaje del Buen Samaritano compartido por el Santo Padre: “Estamos llamados a mirar, detenernos y actuar con compasión. Esto simboliza la esencia de una vida significativa y compasiva.”

Un día inolvidable para Castel Gandolfo y los Salesianos.

La visita del Papa León XIV a Castel Gandolfo permanecerá como un momento imborrable en la memoria de la comunidad parroquial y salesiana de Castel Gandolfo. La celebración de la Misa, los momentos de oración y fraternidad, y los gestos de afecto entre el Santo Padre y los jóvenes del Oratorio fueron una experiencia única y llena de gracia.

Para los Salesianos, este evento representa una llamada a vivir con renovado entusiasmo la misión de Don Bosco: servir a los jóvenes, a la Iglesia y al mundo, con la mirada siempre puesta en Cristo, con ojos de misericordia y amor.

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