La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, según la hoja de ruta marcada por el Rector Mayor después de la Visita Extraordinaria, continúa profundizando en el proceso de reestructuración y resignificación de las presencias salesianas en el territorio teniendo como objetivo fundamental contar con comunidades salesianas que sigan siendo significativamente referentes y corresponsables en la misión salesiana junto a los laicos.
Del 10 al 13 de febrero el Inspector, Fernando Miranda, acompañado de diferentes Consejeros, visitó personalmente las comunidades implicadas en este discernimiento que se inició en septiembre de 2024. En un encuentro fraterno con los salesianos de las comunidades, el Inspector compartió algunas reflexiones previas antes de comunicar la decisión a los mismos: “Dios está acompañando y conduciendo el misterioso devenir de la vida, abriendo nuevas miradas, sosteniendo y acompañando procesos de duelo y de esperanza. Sigamos viviendo con esperanza el momento presente y el futuro que todavía está por escribir”. Y es que siempre que una casa pierde la presencia física de la comunidad salesiana se genera tristeza, pero estas decisiones no suponen que los salesianos abandonen ningún lugar de misión, sino que habrá que generar nuevas dinámicas de acompañamiento pastoral y carismático.
Durante estos años se han ido tomando diversas decisiones que han buscado, en primer lugar, garantizar la presencia del carisma salesiano en el territorio inspectorial y, en segundo lugar, reforzar la vida consagrada y comunitaria de las comunidades salesianas. “Somos conscientes que el carisma salesiano es un don que Dios ha dado a la Iglesia. Lo tenemos en nuestras manos; tenemos la obligación de cuidar, promover, hacer crecer en medio de las circunstancias concretas que nos ha tocado vivir”, compartía José Luis Navarro, Vicario Inspectorial, quien acompañó al propio Inspector, en algunos de estos encuentros presenciales con las comunidades.
Finalmente, el Inspector comunicó a las comunidades implicadas la decisión del Consejo Inspectorial de solicitar al nuevo Rector Mayor la suspensión de las comunidades salesianas de Valencia San Juan Bosco, Barcelona-Sarriá, Sant Adrià de Besòs, Sevilla-Bartolomé Blanco, Sevilla-Colegio Mayor y Jaén, por lo que, a partir del curso 2025-2026, las nuevas comunidades residirán en Valencia San Antonio Abad, Barcelona Rocafort, Badalona, y Úbeda. Salvo una excepción de la nueva comunidad en La Trinidad que comenzarán en el curso 2026/2027.
Después de cada encuentro, a través del correo electrónico se hizo llegar el comunicado a los Consejos de la CEP implicados en la decisión, a los salesianos de toda la Inspectoría, a los Directores laicos y a los responsables de los Servicios Inspectoriales, así como a los Obispos de cada una de las Diócesis implicadas. También se informó de todo el proceso al Regional, Don Juan Carlos Perez Godoy, y a la Inspectora de las Hijas de María Auxiliadora en España.
Este proceso de reorganización, aunque pueda generar tristeza, se afronta como una oportunidad para caminar hacia el futuro con una mirada abierta y con la esperanza de que la misión salesiana seguirá presente con fuerza renovada para seguir alimentando nuestra cultura vocacional, sabedores de que el Señor sigue llamando a los jóvenes a seguirle más de cerca.
A partir de abril, después del Capítulo General que se celebrará en Turín, comenzará el acompañamiento de las comunidades y de las casas implicadas para marcar la hoja de ruta más adecuada a cada situación.
«Una vez más, pongamos en manos de la Auxiliadora todo nuestro trabajo y nuestros proyectos, confiando en su presencia maternal y providente».
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