La labor sencilla, silenciosa e imprescindible de los salesianos más mayores

10 enero 2022

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Por Salesianos Alicante

El aula nueva de Salesianos Alicante dedicada a la oración y reflexión, donde los más pequeños viven las experiencias cristianas con Godly Pray, va tomando forma y color gracias a la mano y a la mirada de artista del salesiano Javier Churio.

Empezó a pintar a mediados de octubre de 2021 y fue muy despacio pintando los sábados y domingos cuando el patio estaba despejado. “Cuesta mucho preparar los colores, los elaboraba con un bote de blanco y tintes. La superficie es muy rugosa, la pared estaba revocada de gravilla y había que meter el pincel por todos los huecos” explica.

Terminó el 6 de diciembre, fiesta de San Nicolás. “La última semana quise que los niños me vieran pintar durante el recreo, hacían corro detrás de mí y opinaban. Hice algunas sugerencias que me dijeron. Entre otras, una niña me dijo: «Javier, pintas muy bonito», fue el pago por mi trabajo. También una «seño» me dijo: No sabía que pintaras tan bien. Yo le contesté: Yo tampoco” añade el artista salesiano.

Finalmente la puerta de acceso al nuevo espacio de interiorización y reflexión, del aula Godly Pray, tiene su particular entrada, decorada de imágenes sugerentes que hablan del camino interior, de la paciencia y la calma para contemplar y ver con los ojos del corazón. “No faltan consejos de un léxico básico, que hace de este espacio un lugar para la educación y el crecimiento en la fe” añade el director de la presencia salesiana Rosendo Soler.

Son muchos los salesianos que una vez jubilados de su tarea docente continúan desarrollando una labor sencilla y silenciosa pero imprescindible para el funcionamiento de nuestras casas salesianas. Acompañando pastoralmente en las escuelas, atendiendo a los feligreses en las parroquias, desarrollando labores de comunicación, de traducción, de archivo histórico o sencillamente estando presentes y haciendo patente su salesianidad.

Recordando el aguinaldo del Rector Mayor para 2022, estos salesianos continúan haciendo todo por amor a los demás, apurando las pocas fuerzas que les quedan pero con las que todavía tienen mucho que ofrecer ‘Hazlo todo por amor, nada por fuerza’.

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