Por Hasna y Azzeddine
“La vida es tejer sueños, bordar historias, aprender puntadas, cambiar de hilo, desatar nudos, volver a empezar y agradecer por todo lo bueno que te rodea…”
Esta es la historia de Hasna y Azzeddine, jóvenes padres de origen marroquí de 22 y 24 años, participantes del Programa Buzzetti de la Fundación Don Bosco en Jerez.
“La vida es tejer sueños, bordar historias, aprender puntadas, cambiar de hilo, desatar nudos, volver a empezar y agradecer por todo lo bueno que te rodea…”
Somos Hasna y Azzeddine, jóvenes marroquíes de 22 y 24 años respectivamente, participantes del Proyecto “Acompañamiento a Jóvenes en situación de sinhogarismo” del Programa Buzzetti de la Fundación Don Bosco en Jerez.
Cada uno de nosotros salimos de Marruecos de manera diferente y sin conocernos. Actualmente somos pareja y padres de un pequeño precioso llamado Anuar, cuyo nombre en árabe significa “ luz de luna”.
Procedemos de familias humildes y con necesidades. Hace cinco -Hasna- y tres años –Azzeddine- que abandonamos nuestro país, dejando atrás a nuestras familias y parte de nuestro corazón, con la ilusión de tener una vida digna y mejor.
Pasamos por momentos muy difíciles hasta llegar a España. Yo Hasna, llegué a este país siendo menor de edad y hasta que cumplí la mayoría de edad, pasé por varios centros de menores. Azzeddine, por el contrario, llega siendo mayor de edad por lo que intenta sobrevivir recorriendo varias ciudades del país y pasando por momentos muy duros.
Fue en Granada, donde siendo mayor de edad, conocí a Azzeddine y surgió el amor. Teníamos seguro que, a pesar de las dificultades de la vida, queríamos estar juntos y conseguir nuestros sueños.
Viajamos a Jerez y aquí nos ayudan otras entidades sociales. Gracias a una amiga que nos habla de Don Bosco, sus talleres, sus formaciones… nos animamos a ir a esta casa que desde el primer momento nos abrió sus puertas y nos trató muy bien.
Pasamos por el Programa Incorpora, desde el que siempre nos han ayudado. Yo Hasna, realicé una formación de hostelería primero con prácticas no laborales. Gracias a ello, me pude incorporar al mundo laboral durante algunos meses.
Desde febrero de 2023, ambos pertenecemos al Programa de Acompañamiento y en colaboración con el Programa Incorpora, Azzeddine comenzó una formación también de hostelería que le abrió camino para poder trabajar. Nuestra vida comenzaba a mejorar y ver la luz en el camino.
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