Refugiados: proteger, acoger y acompañar a los que dejan su hogar para salvar la vida

17 junio 2022

Misiones Salesianas

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Los misioneros salesianos atienden a más e 500.000 personas desplazadas en el mundo.

Mariatzu tiene 14 años y el único paisaje que conoce es el campo de refugiados de Kakuma, en Kenia, uno de los más grandes del mundo con más de 180.000 personas viviendo en él. Allí nació, allí vive y allí va a la escuela que tienen los misioneros salesianos dentro del asentamiento. “Mi único sueño es que la paz llegue a mi país, RD Congo, para conocer  la casa de la que tuvieron que huir mis padres por la guerra”.

La cifra oficial de personas desplazadas en el mundo por la violencia aumenta cada año. Más de 100 millones de personas en el mundo la sufren, y de ellas más de 30 millones son personas refugiadas de múltiples conflictos. Una de cada cien personas de la población mundial ha tenido que dejar su hogar para salvar la vida.

La guerra en Ucrania es el último episodio que ha puesto de actualidad el drama que viven las personas desplazadas. La mayoría de las personas que se refugian en otro país por la violencia, persecución, pobreza o por el cambio climático son menores de edad. El lunes, día 20, se conmemora el Día Mundial de las Personas Refugiadas y los misioneros salesianos están presentes en todo el proceso: acompañan, protegen, acogen y ayudan a reintegrarse ofreciéndoles siempre unas condiciones de vida dignas.

La violencia, la inseguridad, la persecución, la pobreza y también las consecuencias del cambio climático son los principales motivos de los desplazamientos. Estas personas tienen que abandonar sus hogares para salvar la vida. En los dos últimos años, además, la pandemia mundial ha marcado a la población refugiada porque debía quedarse en casa cuando no la tenía y tampoco medios para subsistir.

Desde Misiones Salesianas trabajamos en los lugares en conflicto como Siria y Ucrania; y vivimos con ellos en campos de refugiados como los de Kakuma (Kenia), Palabek (Uganda) o Pugnido (Etiopía). Pero también ofrecemos ayuda de emergencia en asentamientos de personas desplazadas como los de Sudán del Sur; estamos presentes en las fronteras de México, Pakistán, Turquía y Egipto, entre otras, y atendemos en numerosos países a las personas que abandonan Venezuela.

En los últimos cinco años, hemos desarrollado 31 proyectos en nueve países de tres continentes. Casi 750.000 euros han sido destinados a ofrecer ayuda de emergencia, asistencia, apoyo y posibilidades de educación, de manera especial a los menores y a los jóvenes refugiados. Más de 61.000 personas han sido las personas que se han beneficiado directamente de nuestros proyectos en Líbano, Siria, Pakistán, Uganda, Sudán del Sur, Etiopía, Ucrania y también España en favor de la población refugiada.

Los misioneros salesianos les ofrecen todo lo necesario para vivir: desde alojamiento hasta manutención, además de acompañamiento personal y espiritual, atención psicológica y la oportunidad de educar a sus hijos en una escuela. Compartimos el sueño de las personas desplazadas y refugiadas de que la paz llegue a sus países para que puedan regresar a casa. Pero mientras tanto, seguiremos a su lado con nuestro compromiso y ayuda.

Para no olvidar el drama de la población desplazada y refugiada, el Museo Misiones Salesianas presenta, hasta el 31 de octubre, la exposición fotográfica La vida en una maleta: historias de un conflicto armado. La muestra aborda las consecuencias de la guerra en Ucrania y la situación que sufre la población ucraniana dentro y fuera de las fronteras de su país, así como la respuesta salesiana a la emergencia desde el primer momento.

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