El día 16 de diciembre la comunidad Bartolomé Blanco ha visitado la ciudad de Badajoz, una gran desconocida en medio del rico patrimonio extremeño.
Con motivo de la convalecencia de su director siete miembros de la comunidad decidieron hacer una visita a Manuel Hurtado, que se encontraba en su casa de Badajoz descansando tras una intervención quirúrgica.
El día resultó de lo más agradable: un clima estupendo, un entorno magnífico y una compañía inmejorable.
Fue Tomás Salas, cooperador salesiano, quien se prestó a adentrarnos un poco en la historia y anécdotas de esta maravillosa ciudad desconocida incluso para muchos pacenses, y el director de la casa de Badajoz, Miguel Gambín, quiso acompañarnos en este interesante paseo.
Tras una mañana inmersos en la ciudad antigua fundada por Ibn Marwan, reparamos fuerzas con una suculenta comida en un restaurante de la localidad a la que se unieron la madre y hermana de Manolo, así como una amiga que nos hizo un regalito a todos.
Un día perfecto que nos recuerda que, en ocasiones, las cosas más sencillas son las que mejor sientan.
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