Según María José Cano, hace casi 5 años el claustro se enfrentó a un cambio en la metodología y manera de trabajar. “Nos encontrábamos ante una encrucijada entre lo que veníamos haciendo desde hace años y al mismo tiempo trabajando con nuevas metodologías que estaban en pleno auge. En ese momento decidimos ver todo aquello que veníamos haciendo hasta ahora que nos estaba funcionando y ayudando en el proceso de enseñanza, y qué necesitábamos quitar y qué introducir”.
Cano y Aranda explicaron que tienen 9 proyectos diferentes, tres para cada curso (3 para 3 años, 3 para 4 años y otros 3 para 5 años, uno por trimestre). Ambas responsables insisten en que en el centro cada proyecto se convierte “en una aventura donde los niños son los protagonistas”.
0 comentarios