Jóvenes y adultos de la Inspectoría Santiago el Mayor se integran durante el verano en comunidades de África y América Latina para vivir la misión salesiana desde dentro.
Compartir vida, fe y servicio en clave misionera
Este verano de 2025, 49 Voluntarios Misioneros Salesianos (VMS) de la Inspectoría Santiago el Mayor han sido enviados a 23 presencias salesianas en 15 países. Su misión: sembrar esperanza a través del acompañamiento, la animación y el testimonio silencioso pero comprometido.
Tras un año de formación y preparación, los voluntarios se integran en comunidades de África (Angola, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Nigeria y Uganda) y Latinoamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Perú y Uruguay), participando activamente en los proyectos educativos y sociales de cada lugar.
“Hacer el bien, siempre, sin hacer ruido, y contemplar las maravillas que el mismo Dios hace a través de cada uno de nosotros”, escribe uno de los voluntarios.
Más que colaborar, compartir vida
Los Voluntarios Misioneros Salesianos no solo colaboran en tareas educativas y pastorales. Sobre todo, comparten vida con las comunidades que los acogen. Se unen a los ritmos diarios de oración, celebraciones, comidas, trabajos, encuentros culturales y momentos de fraternidad. Viven la espiritualidad salesiana en clave misionera, “encarnándose” en realidades muy distintas a las suyas, pero con la certeza de que cada encuentro transforma.
“Es un tiempo de siembra, de presencia sencilla, de escucha, de fraternidad”, afirman los responsables del voluntariado.
Una experiencia que transforma
El verano misionero no es un paréntesis, sino una experiencia de transformación personal y comunitaria. Muchos de los VMS volverán a casa con nuevos compromisos, una mirada ampliada sobre el mundo y una fe más encarnada, con el corazón lleno de rostros, nombres y experiencias vividas en clave de Reino.
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