Bajo los lemas “Caminamos contigo” y “El Camino de conduce al Amor”, los jóvenes han vivido intensamente los días de la Semana Santa en clave de encuentro y oración. Los encuentros pascuales se han desarrollado, como en anteriores ocasiones, en tres niveles según la edad de los participantes. Además, se han organizado también encuentros específicos para familias en Mohernando (Guadalajara) y Somalo (La Rioja) y, por último, la posibilidad de vivir la Pascua en el Camino de Santiago.
“Ha sido una experiencia maravillosa -explicaba Alberto Pereda, de Santander, animador en uno de estos encuentros-, muchos jóvenes hemos podido sentir y vivir la muerte y resurrección de Cristo desde un punto de vista más cercano para la fe de nuestro día a día, que con las rutinas y ritmos de vida que tenemos hoy, es más difícil; ha sido como un abrir los ojos. El ambiente ha sido fantástico, muy familiar, sincero”.
Como señalan los mismos jóvenes, pudieron experimentar sentirse en comunión. “Oramos en común; celebramos los encuentros, en las diferentes casas y centros juveniles de referencia, tomamos conciencia de que es Jesucristo el Señor el que nos mantiene unidos y acompaña en nuestra vida desde la experiencia de resurrección”, compartían algunos en el viaje de regreso a sus casas.
“Cantábamos el jueves santo que sigue habiendo tantos pies que lavar y tanta oscuridad que iluminar… y nos vamos el domingo, llenos de VIDA, con tantas ganas de iluminar el mundo con su LUZ y de ponernos al servicio de los demás”, resumía María Méndez participante en el encuentro celebrado en Mohernando (Guadalajara). “Estoy convencida de que la experiencia tan real de comunidad que se crea en la Pascua durante estos días, estar todos al servicio de todos, construir los momentos de la Pascua juntos, nos hace madurar nuestra fe y volver a nuestra Galilea resucitados y con muchas ganas de anunciarlo”.
Junto a los jóvenes, varios cientos de animadores y salesianos y salesianas acompañaron a los participantes en estos días, organizando los momentos de oración, de grupo, de reflexión personal y las celebraciones religiosas propias del Triduo Pascual.
Pascuas de Familias
En los encuentros de Pascua específicos para familias participan matrimonios jóvenes con sus hijos. Una experiencia que cambia sus vidas. “Me ha encantado vivir la Pascua este año ni como animador ni como animado… ha sido algo nuevo, en un ambiente de familias, ya nos hemos casado y también nuestra vida de fe tiene que ser conjunta”, explica Fito García de Salamanca que ha vivido este tiempo en la Pascua de Familias de Mohernando. Para la pareja ha sido una experiencia muy enriquecedora para aprender a cuidar los momentos de fe personales y de pareja, para aprender a compartirlos.
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