Por Josep Lluís Burguera
Convocados por la delegación de pastoral juvenil, 25 salesianos se reunieron este fin de semana en Sanlúcar la Mayor, Sevilla, para estrechar lazos y fortalecer la esperanza antes de empezar las actividades del nuevo curso en las casas salesianas de la inspectoría María Auxiliadora.
Fue un encuentro bajo el signo de compartir fraternidad y renovar ánimos en un clima muy familiar y distendido, lejos de la exigencia de las reuniones de programación que ya asoman por el horizonte.
Fernando Miranda, vicario inspectorial, realizó una simpática presentación a modo de radiografía médica de «Doña Auxi», la inspectoría. Siguió después un dilatado tiempo para la comunicación personal en pequeños grupos. El tercer bloque fue el comentario de un estudio sociológico de la juventud española actual; corrió a cargo de Jordi Lleixà, delegado de pastoral.
No faltó tiempo para la charla a la fresca, el chapuzón y, sobre todo, la «Eucaristía sin prisas» en la mañana del domingo. En resumen: una experiencia lograda que probablemente se repetirá dentro de un año.
«Ha sido un encuentro en el que varios hermanos salesianos hemos podido vivir de una manera especial la fraternidad, compartiendo aquello que más nos une: Dios y los jóvenes. Con momentos intensos de oración, comunicación y reflexión sobre nuestra pastoral. El comentario generalizado de los participantes ha sido: encuentros como este son necesarios en nuestra vida, hay que repetirlo», comenta Jordi Lleixà, Delegado de Pastoral
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