Diálogo abierto e implicación

“Cabe destacar la implicación de los participantes en los diálogos, en las preguntas, sobre todo también la convivencia, el compartir dentro de los momentos formativos, pero también fuera”, afirma Fernando Miranda, inspector de Salesianos María Auxiliadora quien participó en la formación durante los primeros días, del 4 al 7 de agosto.

Todos los participantes consideran esta formación una experiencia que merece la pena. “Es cierto que la mayor parte de los que han participado en algún momento han sido directores anteriormente. Algo muy enriquecedor del curso es saber compaginar y escuchar las experiencias de otros y acoger también la novedad de lo que supone para otros hermanos pues comenzar este servicio”, completa Miranda.

Viviendo en Comunidad pensando en las casas salesianas

Por su parte, Fernando García, inspector de Salesianos Santiago el Mayor, participó en la formación los dos últimos días del curso, 7 y 8 de agosto.

El día 7 participaba también como ponente, Stefano Martoglio, vicario del Rector Mayor quien ofreció una visión del momento que está viviendo la Congregación tras la celebración del Capítulo General. La sesión del día 8 fue animada por el propio Fernando García sobre el papel del director en la animación de la Comunidad Educativo Pastoral.

Explica Fernando García “Hablando con las religiosas de la casa que nos acogía” (por cierto una gran acogida, afirmaba Fernando Miranda) me comentaban con agrado el buen ambiente que se respira entre nosotros, la familiaridad en el trato, la sencillez y profundidad en la oración. Creo que han captado el estilo en el que se desarrolla este encuentro en el que todos somos buscadores y ninguno tenemos la solución definitiva ante los retos que se nos presentan en el acompañamiento de la misión salesiana”.

“La posibilidad de dedicar unos días para pararse y reflexionar sobre el servicio de director, antes de tomarse un descanso y tras un verano en muchos casos lleno de campamentos y actividades pastorales, creemos que ha dado su fruto”, explican ambos inspectores quienes agradecen al equipo que ha preparado la formación, a los dos delegados de formación y a todos los implicados en la organización.

La gran riqueza de este encuentro es poder reflexionar sobre uno mismo, al hilo de las inspiraciones que se van recibiendo de los temas que se van presentando, poder conocer con mayor profundidad la situación de la Congregación y de las inspectorías, escuchar y compartir las concreciones en la vida de cuanto se nos indica sobre el servicio de animación y gobierno en la comunidad.

Estos días se ha formado una sencilla comunidad que ha vivido y ha trabajado unida, que ha rezado y compartido momentos de distensión y convivencia, que se ha construido con la escucha y la confianza, aportando cada uno desde su propia experiencia y momento vital el camino que se está realizando para prestar el servicio de director en la casa en la que se encuentra.