Llegar a un país desconocido, sin saber el idioma, desconociendo sus costumbres, queriendo construir un futuro pero sin saber a qué lugar te enviarán mañana… Así es la vida de muchos de los jóvenes que llegan a la Fundación Don Bosco, así fue la vida de Ali Chaid. Ali nos lo cuenta en primera persona.
«Me llamo Ali Chahid, soy de Marruecos y tengo 23 años. A principios de 2020 llegué a España, específicamente a la isla de Lanzarote. Poco después, comenzó la pandemia, lo que hizo que mis inicios fueran muy complicados. En julio me trasladaron a Cádiz, donde estuve un par de meses, y luego a Madrid.
Dada la situación de colapso en los recursos de emergencia por la Covid 19, en enero de 2021 me propusieron ir a Jaén y acepté, desde entonces, soy “Buzzettero”. Llegué a la Fundación Don Bosco y comencé a participar en sus Proyectos de Emancipación y programas de empleo -como Andalucía Orienta o Incorpora-, en el Circuito de Cocina Familiar y en la Escuela de Segunda Oportunidad.
Durante este tiempo, he recibido clases de español, que han contribuido a mejorar mucho mi nivel de idioma, y formaciones adaptadas a mi interés por la jardinería y la agricultura, incluso obtuve el carnet de carretillero. Muchas horas de formación que, mezcladas con mi interés y mis ganas, me han venido fenomenal.
Vivir en uno de los pisos Buzzetti me ayuda a organizar mi día a día, a cocinar, aprender tareas de la vida cotidiana, desenvolverme en la ciudad y convivir con mis compañeros.
Una de las actividades que más me gusta es “El Por Fin Viernes”, donde juego al fútbol con otros chicos de la Fundación y del barrio del Polígono del Valle, gracias a los voluntarios de la Familia Salesiana de Jaén.
Me han ayudado con mi documentación para regularizar mi situación, ya que al llegar siendo mayor de edad a España, mi proceso administrativo ha sido muy largo y he tenido que esperar 3 años para poder documentarme. Finalmente, gracias a la obtención de un contrato laboral, ¡desde abril tengo permiso de residencia que me habilita a trabajar!
Estoy muy contento con la Fundación Don Bosco, agradezco a todas las personas que me han ayudado: educadores y educadoras, técnicos de empleo, Salesianos de la comunidad de Jaén, Familia Salesiana… Actualmente estoy enfocado en cumplir mi sueño de ser jardinero. Con ilusión y esfuerzo, estoy seguro de que lo conseguiré pronto y podré ayudar económicamente a mi familia. Sé que es una etapa complicada, pero también sé que me fortalecerá.
Saludos a la Fundación Don Bosco»
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