Rubén Escribano: un hombre de Dios y de los jóvenes

30 mayo 2018

Marian Serrano

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El viernes, 1 de junio, será ordenado sacerdote en el santuario de María Auxiliadora de Atocha. La cita es las 7 de la tarde.

El viernes, 1 de junio, será ordenado sacerdote en el santuario de María Auxiliadora de Atocha. La cita es las 7 de la tarde.

El joven salesiano Rubén Escribano, que está terminando sus estudios de Teología, colabora pastoralmente en los pisos de emancipación Casa Garelli y en los pisos para refugiados Pinardi-Nicoli, ambos de la Federación de Plataformas Sociales Pinardi en colaboración con las Hijas de la Caridad.

Su trayectoria en los últimos años le llevó a realizar el Tirocinio en Pizarrales-Salamanca, compartir dos años en Aranjuez, además de un año en Guadalajara y Pinardi, respectivamente. Celebraba su Profesión Perpetua el 27 de junio de 2015 y su ordenación como diácono el 19 de junio de 2017.

Nos hemos puesto en contacto con Rubén Escribano y Ramón Ariza, salesiano que será ordenado diácono en la misma ceremonia, unos días antes de tan importante acontecimiento. Ambos nos comentan que están ultimando la organización “sobre todo ahora temas prácticos, nos dice Rubén, cerrando la celebración, haciendo los cuadernillos, preparando el ensayo, un poco nerviosos”.

Los dos son originarios de Fuenlabrada por lo que habrá un buen número de invitados de allí, pero también de las diferentes casas salesianas en las que han estado. Desde Arévalo, Parla Atocha y Domingo Savio de Madrid, donde ha vivido Ramón; hasta Salamanca Pizarrales, Aranjuez, Guadalajara y Casa Garelli de Pinardi en Madrid, por donde ha pasado Rubén. “Nuestras familias viven este momento con más tranquilidad que nosotros mismos y la Comunidad lo vive desde la fe, rezando mucho por nosotros, acompañándonos y ayudando en todo lo necesario”, cuenta Rubén.

Servicio y entrega

“Lo vio y se conmovió; se acercó, vendó sus heridas… y se encargó de cuidarlo. …ve y haz tú lo mismo” (Lc. 10, 34-37).  Es el lema elegido para estas ordenaciones,  y recoge un poco las dos vocaciones: “la del diácono, vocación de servir y la del sacerdote vocación de dedicar tu vida a los demás. Nos une a los dos”, apunta el futuro sacerdote.

El diaconado es, habitualmente, el paso previo a la ordenación sacerdotal. Algo que celebró el propio Rubén el año pasado. Entonces ofrecía su testimonio ante la ordenación diaconal. Hoy, en vísperas de su ordenación como sacerdote lo recuperamos. No son necesarias más palabras.  

“He ido descubriendo el proyecto que Dios tenía pensado en mí. Ser salesiano sacerdote, un hombre de Dios y de los jóvenes”. Rubén celebrará su primera misa el domingo día 3 a las 13:00h. en la Parroquia de Salesianos Fuenlabrada.

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