El 14 de agosto de 2021, un terremoto de magnitud 7,2 grados en la escala de Richter afectó a la población haitiana. El saldo sigue siendo muy grave, con miles de víctimas mortales, muchas personas sin hogar y daños materiales importantes. Ante esta emergencia, los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora (FMA) se han comprometido a apoyar a la población golpeada por el terremoto.
Los Salesianos participan en la distribución de alimentos y botiquines actualmente, destinados a un total de 3000 familias necesitadas. Al mismo tiempo, están iniciando un proyecto de distribución de coberturas plásticas y materiales de construcción, para crear albergues temporales para 400 familias. También hay un proyecto para edificar un comedor escolar y ya se distribuyen 1500 comidas diarias a los alumnos del Centro Diocesano Salesiano de Artes y Oficios (CDAM) y escuelas cercanas.
Los Salesianos también ofrecen asistencia psicosocial a las familias afectadas por el terremoto, que han perdido a un ser querido o que han resultado heridas.
Además, para unos 700 jóvenes, se ha puesto en marcha un proyecto de Formación Técnica Profesional, que será de corta duración y que servirá para una rápida inserción en el mundo laboral.
Misiones Salesianas ha aportado 20.000 € para el reparto de ayuda humanitaria de urgencia
Las Hijas de María Auxiliadora (FMA), que en Haití actúan en el campo de la educación y la formación profesional de las jóvenes del lugar, también están comprometidas con la ayuda a la población.
Su comunidad en Les Cayes, en el sur del país, sufrió graves daños. Fueron suficientes 40 segundos, ese 14 de agosto, para que sus vidas y la de miles de haitianos volvieran a cambiar. La Hermana Marie Mercie Raphael, la Ecónoma de la casa en Les Cayes, siempre recordará esta experiencia: «Afuera, entre los edificios derrumbados, la gente corría, algunos heridos, otros desnudos, sacados de los escombros. El terremoto de 2010 estaba ya en nuestra memoria. Pero el Señor me salvó».
«Tendremos que reconstruir -agregó Sor Marie-. La gente vino inmediatamente a buscarnos pidiendo agua potable y comida. Aquí, se reunieron para dormir al aire libre, aun sabiendo del riesgo de derrumbe de las habitaciones debido a las réplicas».
Un testimonio de la difícil situación en el país también proviene de la hermana Rose Monique Jolicoeur, directora saliente de la comunidad y de la escuela de Les Cayes. Ella señala que, a pesar del riesgo de derrumbe, las hermanas continúan ayudando a los afectados por el terremoto. “Quedarnos quietas no se puede ni pensarlo -dijo-. ¡Siempre hay esperanza! La mano de Dios nos ha preservado, porque si el terremoto hubiera ocurrido a las 8 de la mañana, en pleno horario escolar, hubiera sido aún más desastroso”.
El Papa con la población haitiana
Al día siguiente del terremoto, el papa Francisco, después del rezo del Ángelus, recordó a las personas afectadas por el terremoto y lanzó un fuerte llamamiento a la comunidad internacional pidiendo que participara activamente en la ayuda.
«Deseo expresar mi cercanía a esos queridos pueblos -dijo el Papa Francisco- golpeados duramente por el terremoto. Al elevar al Señor mi oración por las víctimas, dirijo mi palabra de aliento a los supervivientes, esperando que el interés de la comunidad internacional se mueva hacia ellos: la solidaridad de todos pueda paliar las consecuencias de la tragedia. Recemos juntos a Nuestra Señora por Haití».
Salesianos en Haití
La Congregación Salesiana está presente en Haití desde 1935, para responder a la solicitud del gobierno haitiano de abrir una escuela profesional. Los cerca de 70 misioneros salesianos presentes en el país han ampliado, desde entonces, su trabajo hasta tener 11 centros educativos y más de 200 pequeñas escuelas en Haití. También las Hijas de María Auxiliadora están presentes con varias casas desde el mismo año.
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