Pakistán tiene una de las tasas más bajas de alfabetización del sur de Asia, que no llega al 50%. A pesar de que la Constitución del país reconoce la educación gratuita y obligatoria entre los 5 y los 16 años, la norma no suele cumplirse en las zonas rurales para los mayores de 13 años. Las obras salesianas de Quetta y Lahore tratan de ofrecer una educación de calidad y una enseñanza innovadora a pesar de las dificultades y de la inestabilidad que vive el país, frontera con Afganistán. Más de mil alumnos asisten cada día a las escuelas salesianas, consideradas entre la mejores de Pakistán, para recibir educación formal e informal.
La educación de calidad accesible y asequible para las familias más desfavorecidas son los objetivos de los misioneros salesianos en Pakistán desde su llegada al país, en 1998. En Quetta primero, y después en Lahore, hemos desarrollado un proyecto de educación formal e informal, que incluye la formación profesional y que atiende a más de mil alumnos de todas las edades.
“Tratamos de ofrecer una educación de calidad e innovadora. El sistema educativo pakistaní es nemotécnico, centrado en los conocimientos, y nosotros intentamos despertar las habilidades de los alumnos. Por eso, en los últimos meses hemos instalado pizarras multimedia interactivas en casi todas las aulas”, comenta el misionero salesiano Gabriel Cruz desde Lahore.
En las escuelas salesianas se cuida no sólo la formación de los alumnos, si no que se les da facilidades económicas, becas y posibilidad de residencia a los estudiantes procedentes de las familias más humildes.
El Centro Técnico y Juvenil Don Bosco de Lahore está considerado el mejor del país.
En Lahore, los Salesianos ofrecemos programas de tres años de Tecnología Mecánica, Tecnología de la Información y Tecnología Eléctrica. También hay cursos de un año de Soldadura, Refrigeración y Aire Acondicionado, Fontanería, Carpintería, Electricidad y Diplomatura de Tecnología de la Información. Por último, existe la posibilidad de realizar cursos cortos de 6 meses de Peluquería, Estilismo y Maquillaje.
A las escuelas de Quetta asisten 600 alumnos, casi la mitad de ellos mujeres y la gran mayoría cristianos. Además, los albergues escolares acogen a 30 niños y a 20 niñas. En Lahore, el sistema formal de educación atiende a 200 alumnos, mientras que hay 250 estudiantes en la formación profesional y el albergue hay 150 chicos.
Como en toda obra salesiana, el patio es un elemento importante en la educación, “y ofrecemos actividades al aire libre, de música, teatro, cine y competiciones deportivas”, explica el joven salesiano.
La labor pastoral y la humanitaria también destacan en el trabajo diario de los Salesianos en Pakistán, con atención a la población en medio de los desastres naturales y el reparto de comida y kits de higiene durante la pandemia.
El futuro se presenta lleno de retos y también de dificultades: “Necesitamos ayuda porque estamos al límite para pagar los salarios de los profesores y queremos poner en marcha un programa de nutrición infantil en las escuelas y otro proyecto de transporte escolar gratuito para alumnos que vienen a diario desde más de 30 kilómetros de distancia”, destacan los Salesianos.
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