“He visto morir a mi tío, cómo mi casa y la de mis vecinos saltaban por los aires, cómo gran parte de mi familia ya no vive aquí… Sin embargo, intento vivir mi vida de la manera más normal posible y ayudar a los que están peor que yo. Cuando todo acabe quiero retomar mis estudios, ser una ciudadana de provecho y ayudar en la reconstrucción de mi país”. Es el testimonio de Carol Wahba, una adolescente que vive en Siria.
Más de 300 millones de niños, niñas y adolescentes viven en países en conflicto o en situación de emergencia, según el informe que ha presentado Unicef en la Asamblea General de Naciones Unidas. De ellos, más de 100 millones no reciben educación. “El que los niños, niñas y jóvenes no puedan ir a la escuela supone que estamos privando de un futuro a generaciones enteras”, explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas.
Los menores son especialmente vulnerables en situaciones de conflicto y emergencia. La comunidad internacional tendría que ser capaz de asegurar su protección en estas situaciones. “La educación en este tipo de contexto es fundamental para que los niños y niñas no pierdan sus rutinas y puedan adquirir las herramientas para enfrentarse al futuro”, dice Juan Linares, presidente de Jóvenes y Desarrollo.
Los misioneros salesianos no abandonan a su suerte a estos menores en situaciones de conflicto. En Siria, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, República Centroafricana… los misioneros salesianos están al lado de los niños, niñas y jóvenes. No sólo los ayudan en su día a día, en la alimentación, en el acceso a la salud, también ofreciendo espacios de educación y trabajando el diálogo.
Desde Misiones Salesianas y Jóvenes y Desarrollo creen que es fundamental trabajar también una educación para la paz, encaminada al diálogo, al entendimiento y al perdón para acabar con los enfrentamientos y para el desarrollo de las naciones.
Este 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, desde ambas organizaciones quieren pedir que la comunidad internacional trabaje por la paz como elemento necesario para la educación de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo.
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