El pasado viernes, 24 de junio, se cumplieron cuatro meses desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Desde entonces, las muestras de solidaridad de las casas salesianas con el pueblo ucraniano no han cesado. Una de las últimas ha sido el envío de 10 cunas climatizadas desde Salesianos Pamplona para salvar la vida de niños nacidos prematuramente.

Algunas casas pusieron en marcha campañas para la recogida de alimentos, ropa, juguetes y otros artículos para destinarlos a Ucrania. Es el caso de los colegios San Juan Bosco de A Coruña y Padre Aramburu de Burgos, donde se encargaron de ello profesores y personal de ambos centros. En Alcalá de Henares, alumnos y familias se implicaron en la colaboración con distintas asociaciones para recoger ropa y alimentos. El colegio Ciudad de los Muchachos, en Madrid, realizó una campaña de recogida de juguetes por medio de un voluntariado de Bomberos de Madrid y se llevó directamente a la frontera de Polonia.

Varias casas emprendieron iniciativas solidarias para la recaudación de fondos para apoyar al pueblo ucraniano. Una ayuda que se ha canalizado a través de Misiones Salesianas principalmente. Es el caso de Cambados, que realizó una campaña de sensibilización mediante la parroquia, la Asociación de María Auxiliadora, el colegio y la comunidad salesiana. La casa de Ciudad Real organizó una carrera solidaria. En Atocha, hicieron unas Pulseras por la Paz. Por su parte, la casa de Carabanchel tenía previstas iniciativas como un desfile de disfraces, un torneo deportivo y una paella solidaria para recaudar dinero. Otra iniciativa original es la de Burgos, donde los alumnos han puesto en marcha una cooperativa dirigida por una profesora para obtener fondos para Ucrania a través de la venta de sudaderas y gorras con el logo de Salesianos y el del colegio.

Los colegios han abierto sus puertas a alumnos ucranianos refugiados en España. Es el caso de los dos centros de Salamanca. El colegio salesiano María Auxiliadora ha recibido a dos hermanos, escolarizados en 1º de ESO y 5º de Primaria. Llegaron sin familia. Toda la comunidad educativa está haciendo un gran esfuerzo por su integración. En el vecino centro de Pizarrales, tres alumnos ucranianos han sido escolarizados este año, en los cursos de 4º de la ESO y 6º y 4º de Primaria. En este caso, vinieron a España con sus padres. Los contactos previos de una profesora del centro facilitaron su integración en el mismo. Los centros receptores de alumnos ucranianos están les están dando todo tipo de felicidades. Por ejemplo, el colegio de Salesianos Estrecho, en Madrid, les ofrece beca en comedor y todos los servicios complementarios y actividades extraescolares.

Otra forma de colaborar de las casas es mediante la cesión de espacios para la acogida de actividades destinadas a refugiados ucranianos. La casa de Arévalo cedió un aula para que un profesor del centro imparta clases de español a tres mujeres ucranianas, a petición del Ayuntamiento local. En el caso de Deusto, son una veintena las madres que están recibiendo clases de la mano de un grupo de voluntarios. Y en Lugo, el colegio abrió un aula para diez mujeres puedan aprender el idioma, gracias a la colaboración de la plataforma social.

Plataformas sociales, como las de Lugo o Deusto, y centros juveniles, como los de Abertal-Vigo o Maux-Salamanca, también se están involucrando en la acogida de refugiados ucranianos. Lo hacen a través de propuestas para su integración que incluyen también el ocio.

La campaña pastoral de este año se ha impregnado de la solidaridad con Ucrania. En Cruces-Barakaldo dan fe de ello. En León, por su parte, se está promoviendo el voluntariado para ayudar a la acogida de refugiados.

Casas como las de Lugo, A Coruña y Villamuriel han secundado las concentraciones por la paz en Ucrania. Un grito que resuena en todas las obras salesianas.