Con el objetivo cumplido, de los centros salesianos de haber ayudado a los alumnos a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos, tal como quería Don Bosco, un año más los colegios salesianos despiden el curso que termina para 83.000 alumnos.
A lo largo de esta semana, los alumnos han celebrado fiestas de graduación, excursiones, viajes fin de curso o actividades más sencillas para los más pequeños aunque siempre emotivas, con las que concluye un mes de junio que pone el broche final al curso 2017-18.
El final del curso varía en función de la etapa educativa y de la comunidad autónoma, aunque se prevé que a finales de este mes las clases ya han concluido en todo el país. Es momento de entregas de notas y viajes de fin de curso, para los alumnos, mientras que para los profesores comienza un periodo que durará varias semanas en el que se dedicarán a la formación, a la evaluación del curso anterior y la programación del curso que empezará en septiembre.
En este curso que ha finalizado, los centros han continuado la apuesta por el acompañamiento, de una manera individual y personalizada, y la adaptación de los centros a las nuevas metodologías educativas. Para afrontar estos desafíos y otros, se cuida de una manera especial la formación de los profesores de los centros salesianos.
Para poner el broche final a este curso, según etapas educativas y edades, los alumnos han podido disfrutar con festivales, cenas familiares, entregas de diplomas, gestos simbólicos, convivencias o viajes de final de etapa, entre otros.
Los colegios cuentan con 67.000 alumnos, acompañados por 3.400 profesores. A los centros de formación profesional, por su parte, acuden 16.500 estudiantes, formados por 1.000 docentes.
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